Neymar es un jugador excepcional que está llamado a ser uno de los mejores futbolistas de los próximos años. Tiene talento, gol y rapidez, los clubes europeos ya se lo rifan. Sin embargo, hay algo que no termina de agradar: su comportamiento. En algunas ocasiones hemos podido ver protestando decisiones a su entrenador.
Este pasado sábado volvió a ser protagonista por algo que no tiene que ver con su magia. Pisó al portero del Sao Bernardo en una jugada en la que no tenía ninguna posibilidad de llegar al balón. El árbitro no le amonestó pese a las amargas protestas del meta visitante.