Iker Casillas es probablemente uno de los mejores porteros de la historia. Sus paradas y su temperamento de líder le han convertido en un imprescindible tanto con el Real Madrid como en la selección española. Sabe lo que es ganar una Champions League, una Eurocopa y un Mundial. Es todo un seguro de vida y cae bien tanto a sus aficionados como a los del equipo rival, aunque a veces les amargue las tardes evitando goles casi cantados.