Kaká fue víctima del teatro, víctima de un futbolista que supo simular una agresión cuando el partido estaba caliente caliente. Keita, de Costa de Marfil, hizo ver que estaba muy dolido por un presunto golpe en la cara, cuando en realida no hubo más que un leve codazo. El colegiado, el francés Stephane Lannoy, picó y le mostró la tarjeta roja por doble amonestación. Está claro que este no es el Mundial de Francia…