La situación que atraviesa el Real Madrid es en estos momentos muy tensa. El vestuario parece estar dividido y hay algunos jugadores que no lo están pasando nada bien. Uno de ellos es Kaká, que llegó con un Balón de Oro bajo el brazo y está siendo criticado como el que más. El astro brasileño no ha vuelto a lucir su mejor versión, aquella que enamoró a los aficionados del Milan. Muchos confían en que volverá a ser el de antes, pues tiene 27 años y le queda mucho fútbol por delante.
Este pasado miércoles vio como nuevamente Manuel Pellegrini le cambiaba en un momento caliente del partido, como ya hizo contra el Sevilla cuando dio entrada a Rafael Van der Vaart. En esta ocasión entró en su lugar Raúl y pilló un cabreo tremendo. Sin embargo, quiso quitar hierro al asunto más tarde comentando que no se había enfadado, algo que no concuerda con las declaraciones de su representante, quien tachó de incompetente a Pellegrini.
El problema es que no es feliz en la capital de España. Se esperaba mucho más protagonismo y no lo ha obtenido. Figuras como la de Cristiano Ronaldo le están eclipsando y la prensa ya se le ha echado encima. Juega con una ansiedad que no es buena para ningún jugador del mundo. Las cosas no le están saliendo bien y no parece que la situación vaya a cambiar. Ha agotado su crédito en el Santiago Bernabéu y la temporada que viene podría ser traspasado. De hecho, ya sonó hace mes y medio como moneda de cambio para la llegada de Chiellini y Diego, jugadores de la Juventus.