El Manchester United bailó al Milan como quiso en una noche muy plácida para los de Sir Alex Ferguson. Los italianos tenían que remontar el 2-3 en contra de la ida y no dieron sensación de poder hacerlo en ningún momento. Los «diablos rojos» se vuelven a meter un año más en los cuartos de final demostrando que son un grande de Europa.
Triste retorno a casa el de David Beckham. El internacional inglés salió al campo desde el banquillo y con la eliminatoria sentenciada. Sus compañeros, muy veteranos todos ellos, se arrastraron por el campo y dieron una imagen pésima. El Milan es hoy por hoy un geriátrico, un equipo que naufraga por Europa como el Real Madrid. Necesita una remodelación urgente a base de talonario y sangre fresca.
A todo esto hay que destacar un nombre por encima de todo: Wayne Rooney. El delantero inglés volvió a hacer de las suyas y anotó los dos primeros tantos de su equipo, los que mataron a los visitantes. En el minuto 13 y en el 46 volvió a ver puerta (ya marcó dos tantos en la ida). Park en el 58 y Fletcher en el 87 se encargaron de sentenciar un partido que fue un recital de los locales.